Conocimiento puede tener varios significados. En el que yo
estoy pensando ahora, el importante, quizás más que importante la palabra sea
trascendente, es aquel al que se llega no solo con ver, sino con mirar, no solo
con mirar, sino observando cuidadosa y detenidamente, no solo observando
cuidadosa y detenidamente, sino indagando, preguntándonos el porqué, ¿el porqué
de qué?, de actitudes, de situaciones, de comportamientos, pequeños quizás,
aparentemente intrascendentes, aparentemente invisibles, de los que hay
muchísimos pero sólo algunos vemos.
Más que observar cuidadosa, detenida y profundamente, se
trata de penetrar en su naturaleza, en su vida, en su historia, escuchar
atentamente, discernir entre lo dicho banalmente y lo expresado desde lo más
profundo del corazón y sobre todo del cerebro, a veces del subconsciente. Si
todo eso se hace sin ánimo de hacerlo, sin malicia (qué palabra), de una forma
no consciente, involuntaria, entonces, algunas personas lo llamamos intuición.
No todas las personas tenemos esa capacidad. Yo conozco algunas y, es curioso,
en la que estoy pensando en este momento es alguien a quien se le nota mucho,
aunque, si estoy en lo cierto, quizás sólo lo note yo porque también soy una
persona intuitiva.
Quiero decir, adicionalmente, que a veces me equivoco y
suele ser fatal, porque me fío demasiado de mi intuición.
2 de Febrero de 2011
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