Hoy es viernes, por fin, el mejor día de la semana.
Cien perros saltarines brincan riendo a mi alrededor. Ríen y cantan una sardana todos agarrados de las patas.
Cuatro rayos de sol, cuatro, llegan hasta mi cara y bajan por mi cuello hacia los brazos consiguiendo que mis manos sientan un cosquilleo de bienestar irresistible. Tengo seis dedos en cada mano para agarrarme a la luz.
La calzada de la calle por la que camino se abre creando una enorme zanja en la que van cayendo uno tras otro todos los coches. Las motos y las bicis se elevan y vuelan sobre ellas cambiando de color. Todas se convierten en objetos multicolores, verde, azul, rojo y amarillo.
Y eso que son solo las ocho de la mañana, ¿Qué sucederá a las cinco de la tarde?
© Copyright de los textos, Alvaro Emilio Sánchez Tapia, 2021
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